Desde su llegada a Bogotá en 2010, Paulina Majín, actual gobernadora del pueblo Yanacona y directora de la Casa del Pensamiento Indígena, ha trabajado incansablemente para abordar la falta de conocimiento sobre la realidad de los pueblos indígenas en la capital.
"Al salir con nuestros atuendos tradicionales, nos encontrábamos con el desconocimiento. Nos preguntaban si éramos de Ecuador, Bolivia o Perú; incluso, muchos creían que yo era peruana por mi forma de hablar", compartió.
Además de esta situación, la falta de coordinación entre los diversos pueblos indígenas que residían en la ciudad representaba un desafío para su desarrollo. Para abordarlo, Paulina, haciendo uso de su liderazgo innato, propuso al Distrito la creación de una casa para las distintas etnias indígenas, proporcionándoles un espacio para fortalecer sus procesos. Finalmente, el 26 de noviembre de 2015, nació la Casa del Pensamiento Indígena, ubicada en la calle 9, entre las carreras décima y novena.
"Desde entonces, los lazos entre los pueblos se fortalecieron. A pesar de nuestra diversidad en usos, costumbres y lenguas maternas, antes no nos conocíamos. Esta casa nos permitió reconocer y valorar nuestra identidad", describió Paulina. Destacó que, en ese mismo año, se puso en marcha el Decreto 612, que estableció el Consejo Consultivo para los Pueblos Indígenas, integrado por 14 comunidades.
Gracias a esta iniciativa, los pueblos Muisca de Bosa y Suba, Kichwa, Nasa, Inga, Yanacona, Kamentsá, Ambiká Pijao, Wounan Nonam, Eperara Siapidara, Los Pastos, Tubú, Huitoto y Misak cuentan con su sede, cada una con su propia oficina, para llevar a cabo sus procesos políticos y organizativos.
"En la Casa del Pensamiento Indígena, hemos logrado avances significativos, incluyendo el proyecto de educación propia y la promoción de nuestras tradiciones culturales, como la danza, la medicina, la música y los tejidos. Sin embargo, el idioma ha sido un desafío, ya que no hay una continuidad para quienes nacen en Bogotá", relató Paulina, quien ha liderado esta instancia étnica desde su creación.
Con su liderazgo y temple, Paulina se ha convertido en una referente para los pueblos indígenas, cualidades que ha cultivado desde su vida en su territorio natal, en el resguardo Río Blanco Sotará, en el Cauca. Este resguardo es uno de los 18 de la etnia Yanacona en este departamento y uno de los 31 en Colombia.
"Somos un pueblo originario del Macizo Colombiano. Además del Cauca, tenemos presencia en Putumayo, Huila y ciudades como Popayán, Armenia, Cali y, por supuesto, Bogotá. Nuestra población nacional asciende a 46.126 yanaconas, 300 de los cuales residen en la capital, distribuidos en 94 familias", informó la líder de esta comunidad ante las autoridades del Distrito.
Paulina destacó la música tradicional de su pueblo, la chirimía, y la importancia de su vestimenta colorida, compuesta por la ruana, el sombrero y la falda, que reflejan su cosmovisión como hijas e hijos del arcoíris, bajo el cuidado de su tata Inti y su madre Tupaquita.
Orgullosa de la organización alcanzada por su comunidad y de su espíritu trabajador, Paulina nunca ha dudado en liderar su pueblo, desempeñando el cargo de gobernadora en 2014, 2015 y desde 2019 hasta la fecha, sin recibir compensación económica y con poco tiempo para su familia, compuesta por su esposo y sus dos hijos.
"Para mí, este trabajo no es un sacrificio, sino una oportunidad para ayudar a otros pueblos. Todos estamos guiados por los mandatos de unidad, cultura y territorio, fundamentales para nosotros como pueblos indígenas", concluyó esta lideresa, cuya atención ahora está centrada en la implementación de las acciones y productos acordados en la reformulación de la política pública indígena.
